domingo

SECESSION, 1897-1898 JOSEPH MARIA OLBRICH




El gusto de la Viena del 1900 está dominado por el gusto de la academia, de lo establecido, del orden, la burguesía…Varias figuras chocan con esta sociedad, de una manera en la que en la época llegaba a ofender; Otto Wagner fue la figura principal del cambio.


Los discípulos de Otto Wagner fundaron la Wiener Sezession.
Secesión significa corte, y este movimiento con lo que corta es con las academias; el objetivo es plasmar esta nueva forma de entender al ser humano. Se huye deliberadamente del canon clásico y los recursos estilísticos se sacan de lo minoico y lo micénico.




“Creo que se montará un escándalo absoluto, la gente más estúpida se volverá loca”.
Olbrich era plenamente consciente de la provocación que suscitaría el pabellón que diseñó para la exposición de la Secesión de Viena, una sociedad de artistas fundada en 1897, que inevitablemente representarían el Historicismo tardío.
Construido en un lugar proporcionado por la ciudad y con el apoyo financiero del industrial Karl Wittgenstein, el edificio es hoy uno de los ejemplos más conocidos de la arquitectura europea en la transición del Historicismo al Modernismo.






El cubo blanco se conforma a través de diferentes volúmenes y alberga una sala de exposiciones.
El exterior destaca por su ornamentación orgánica, sobre la entrada existe una inscripción: “Der Zeit ihre Kunst, der Kunst ihre Freiheit” ( a cada época su arte y a cada arte su libertad; Ludwig Hevesi).
El interior es todo lo contrario, porque el edificio se cierra al exterior, es agradable; además tiene mucha flexibilidad porque existen tabiques móviles.
La cúpula calada, hecha de flores de metal, parece un enjambre de avispas que tiembla en el aire, debido a esta cúpula el edificio es conocido cariñosamente por los vieneses como “la cabeza de col de oro”.



En 1902, con motivo de una exposición de Beethoven, Gustav Klimt expuso  su Friso Beethoven en el edificio.
Durante la remodelación el sótano fue totalmente reformado, creando un lugar ideal para el friso, que finalmente volvió al edificio tras una agitada historia.

lunes

PPAG

MuseumsQuartier, el barrio de la vanguardia



Si bien Austria ha conseguido preservar su legado histórico y cultural con gran recelo, lo cierto es que también ha abierto sus puertas a la vanguardia y así es como en el MuseumsQuartier de Viena es posible disfrutar de los trabajos de las corrientes del siglo XX.
En este barrio de la capital austriaca se encuentran distintos museos que abordan el arte moderno a través de diversas propuestas: Leopold Museum, Quartier 21, Mumok y Kunsthaus Graz.





Llama la atención la manera en la que el estudio de arquitectura PPAG ha conseguido transformar el espacio urbano de MuseumsQuartier en un salón urbano, a través de una herramienta multifuncional.







El patio de recreo está invadido por 116 elementos de gran tamaño de EPS recubierto que completan distintas formaciones: uno junto al otro, el uno encima del otro, en círculos, en espiral.





Cada año los vieneses deciden su color y este año se han decantado por el rosa fucsia.
A través de esta actuación se reconoce el aspecto comunal del lugar y se reafirma el papel social de la arquitectura.

Cosima von Bonin

La artista Cosima von Bonin (Mombasa, Kenya, 1962) es una de esas creadoras incansables que no cesan de producir, investigar y explorar obras, conceptos y medios para construir una propuesta plástica muy amplia pero definida por ciertos intereses muy concretos, como son todos aquellos posibles aspectos relativos al artista frente al espacio social; explorando y alterando para ello, los mecanismos establecidos en el mundo del arte. Von Bonin, suele apelar a la representación de historias colectivas o individuales para indagar en torno a las posibles formas de las expresiones culturales y los elementos que determinan a éstas, como: la televisión, las implicaciones de la música techno o el hip-hop, las maneras en que han sido y son representados los géneros, la identidad individual en el mundo de hoy, la naturaleza presente de lo lúdico, el universo de lo doméstico, entre muchas otras cuestiones que constituyen buena parte de los asuntos que han posicionado a von Bonin como una de las figuras más destacadas del arte alemán actual.



RAUMLABORBERLIN-BYE BYE UTOPIA

Con la construcción de una gigantesca escalera, que prácticamente divide el hall de entrada, la raumlaborberlin ha hecho del KUB arena lo que su nuevo director Yilmaz Dziewior quería conseguir: un foro de comunicación y un espacio para la negociación de nuevas formas de representación.
El grupo de arquitectos opera en los bordes de la arquitectura ordinaria, realizando un seguimiento de los cambios y los diversos fenómenos negativos y explora alternativas.



Existen monitores fijos en la escalera, que está construida con puertas de antiguos edificios prefabricados de Alemania Oriental; mediante este proyecto se pueden obtener una visión de los intersticios normalmente inaccesibles del elegante edificio de Zumthor.






Hilos ocultos tejen el paseo que siguen los visitantes y en el que se quedan varias veces enredados, porque en realidad no brindan orientación.
La primera parte de la exposición está dedicada a Moritz von Oswald, uno de los compositores más influyentes de la música electrónica y un pionero de la música tecno ("AKA El Imperio Oswald '). También podemos encontrar referencias a Martin Kippenberger ('AKA El Imperio Kippyie').








Bajo el techo de cristal y acompañado por los sonidos de Oswald, von Bonin abre su campo de referencias múltiples a las credenciales biográficas, las amistades y las relaciones de trabajo con espíritus afines. Von Bonin siente un vínculo con el pesimismo de Thomas Bernhard (algunas de sus películas se muestran en la exposición), su crítica al sistema cultural y político y en particular su observación irónica de estos fenómenos acompañan la exposición.



Al final su creatividad contrarresta todas las actitudes negativas, incluso las de cansancio resignado, un estado de ánimo exudado por algunos de sus grandes peluches de lana. Estas criaturas de colores- animales, hongos, figuras humorísticas de dibujos animados- han hecho conocida a esta artista y dan testimonio de su enfoque lacónico del arte serio.



Estas reminiscencias lúdicas de la infancia crean un contacto directo con el visitante.
Observando las extrañas criaturas parece como si von Bonin se retratara como alguien infantil y poco comprometida con los problemas sociales en medio de una sociedad de exuberante diversión. Algunos animales de peluche suave o rígido miran con escepticismo en el escenario. Estas posturas, al igual que las vallas, plataformas, cajas y jaulas tienen como objetivo despertar la necesidad de la libertad.





La segunda parte de la exposición está dominada por un trío de coches: un impecable Toyota, un diseño miserable de cartón, y un modelo caprichoso de madera tapizado con tela de color rosa y decorado con accesorios de color rojo y blanco. La escultura de la lámpara que brilla intensamente con el cigarrillo es un homenaje a Martin Kippenberger, está representada por duplicado.



Esta segunda parte de la exposición está dominada por un trío de coches: un impecable Toyota, un diseño miserable de cartón y un modelo de madera con tela de color rosa y decorado con accesorios de color rojo y blanco.



Una de las esculturas más reconocibles es la escultura de la lámpara que brilla intensamente con un cigarrillo, es un homenaje a Martin Kippenberger y está representada por duplicado.







En la última parte de la exposición, el visitante llega, por así decirlo, a sí mismo. Se accede a una réplica de madera de la sala de conferencias del museo. El visitante también queda atraido por los comentarios locos, bordados y gestos de los cuatro dedos blancos de Mickey Mouse, manos pegadas sobre grandes fondos de tela.



martes

Kunsthaus Bregenz



La Kunsthaus de Bregenz, obra de Peter Zumthor y ganadora del premio Mies Van der Rohe, se revela tanto por la forma y el espacio como por el tratamiento de la luz y la materia, donde el detalle y el rigor alcanzan una importancia extrema en la definición de la obra y de la idea conceptual.







Esta galería alberga exposiciones temporales de arte moderno y está ubicada en Bregenz, una pequeña ciudad alpina de Austria, a orillas del lago Constanza.







El edificio, de seis plantas (dos de ellas subterráneas), está construido esencialmente de dos materiales: hormigón y vidrio y forma parte de un proyecto en el que también se incluye otro de dos plantas en el que están las oficinas y servicios del museo.
Ambos edificios dialogan y forman una nueva plaza peatonal a la que pertenece también un teatro antiguo.








El exterior del edificio principal se reviste en placas de vidrio sobre un soporte de estructura metálica, permitiendo el ingreso de aire y luz; desde el exterior puede observarse esta transparencia ya que las escaleras se revelan a los visitantes que se aproximan por la plaza.












A pesar de esta aparente frialdad exterior, el interior de este edificio minimalista, caracterizado por el color y la textura de las paredes de metal pulido, proporciona un ambiente puro y acogedor.






“Construyo desde la experiencia del mundo” Peter Zumthor.